«Ambient Computing» o «Computación Ambiental» es una de las últimas tendencias. Las empresas de tecnología están tratando de profundizar la integración de sus productos y servicios en la vida diaria de sus usuarios hasta el punto de que los usuarios no sean conscientes de que los están usando.

Hace algunos años, con el inicio de la llamada Web 2.0, comenzó un nuevo enfoque sobre el diseño de la interacción entre personas y computadoras, un modelo promovido por Microsoft llamado «Tres pantallas y una Nube«, marcando el hecho de que las personas ya no interactuaban de manera exclusiva con un dispositivo a la vez, sino que su atención comenzaba a oscilar entre la pantalla de la PC, la de su smartphone y alguna otra pantalla: una tablet, una TV, un reloj inteligente, una consola de video juegos o alguna otra.

La popularidad de los dispositivos móviles y las conexiones de red inalámbricas abrieron el camino para el cómputo móvil, permitiendo que las interacciones con otros dispositivos en entornos cambiantes se volviera el nuevo estándar. El siguiente paso evolutivo en esta tendencia es que la tecnología reacciona al usuario y se adapta a sus necesidades de manera proactiva.

Qué es Ambient Computing

Las tecnologías a las que nos referimos colectivamente como «Ambient Computing» están basadas en los principios de Internet of Things o IoT, y son la suma de dispositivos, algoritmos y sensores alrededor de una persona que trabajan en beneficio de su usuario sin necesidad de instrucciones explícitas. Como ambiente significa «en su entorno«, estos dispositivos están diseñados para estar tan integrados en su entorno que los usuarios no sean consciente de ellos, un enfoque de diseño de interacción significativamente diferente al de los móviles y otros dispositivos inteligentes que se deben verificar activa y continuamente para usarlos.

Rick Osterloh habla sobre Ambient Computing en «Made by Google» 2019

La mayoría de los sistemas y servicios necesitan de una interacción activa por parte de sus usuarios. Por ejemplo, si una persona desea que su casa esté un poco más fresca, puede configurar manualmente su aire acondicionado a la temperatura deseada con un control remoto o una aplicación móvil.

El objetivo de la Ambient Computing es eliminar la fricción entre el usuario y los servicios que utiliza: en lugar de interactuar activamente con los dispositivos, las personas interactuarían con su entorno y los dispositivos responderían a sus acciones. Con un termostato inteligente ambiental, el dispositivo mide la temperatura de la habitación y conociendo las preferencias previas de sus usuarios, podría ajustar la temperatura por si mismo, antes de que el usuario lo pida.

Características de Ambient Computing

El paradigma de la inteligencia ambiental se basa en sistemas generalistas y ubicuos, los datos de los perfiles de sus usuarios y el contexto y diseño de la interacción de estos sistemas con un enfoque centrado en las personas. Todos estos sistemas y modelos deben ser:

  • Integrados: los dispositivos están integrados en el entorno,
  • Conscientes de su contexto: los dispositivos pueden reconoce a sus usuarios y su contexto situacional,
  • Personalizables: se pueden configurar y adaptar a las necesidades de sus usuarios,
  • Adaptativos: puede cambiar según la retroalimentación de sus usuarios, su historial de uso y su interacción con otros dispositivos,
  • Anticipatorios: pueden anticiparse a las necesidades y deseos de su usuario sin mediación consciente.

El diseño de interacción de un entorno de Ambient Computing debe tomar en cuenta:

  • Señales de estado interno: señales de estado, desde «pings» hasta pulso cardiaco y otros indicadores de salud del usuario, incluyendo estados y datos adicionales de los dispositivos, como nivel de batería, CPU/utilización de memoria, calidad de la señal de red, tiempo de actividad o versión de software o de la plataforma.
  • Ubicación y geolocalización: comunicación de ubicación espacial por medio de GPS, GSM, triangulación o técnicas de proximidad para dar contexto físico.
  • Atributos físicos: monitoreo del entorno que rodea al dispositivo y a sus usuarios, incluida la altitud, orientación, temperatura, humedad, radiación, calidad del aire, ruido y vibración.
  • Atributos funcionales: capacidad de análisis del entorno por medio de inteligencia artificial en el dispositivo para procesar y describir los casos de uso en conjunto con otros dispositivos y servicios.
  • Servicios de actuación: capacidad de activar, cambiar o detener de remotamente las propiedades físicas o acciones en un dispositivo o servicio.

Tecnologías para Ambient Computing

El diseño de entornos de Ambient Computing integra muchas tecnologías que incluyen sensores de movimiento, reconocimiento de voz, detectores de gestos, apps en dispositivos portátiles e inteligencia artificial. En muchos sentidos, es la evolución en el diseño de interacción enfocado en ambientes y no en pantallas.

Dado que el objetivo en Ambient Computing es integrar los dispositivos en el entorno del usuario, nuevos modelos de interacción basados en nuevos materiales y la integración de circuitos y tecnología en objetos cotidianos abre las posibilidades a una interacción directa con objetivos cotidianos para reducir la complejidad y la centralización de las interfaces.

Los prototipos de interfaz oculta demuestran una representación brillante y expresiva debajo de los materiales cotidianos. De izquierda a derecha: termostato debajo de un textil, un reloj escalable debajo de un enchapado de madera y una pantalla de identificación de llamadas y una cuenta regresiva con zoom debajo de superficies reflejantes.

Si bien los entornos inteligentes para Ambient Computing pueden estar limitados a cuartos, casas o edificios, conforme la tecnología se vaya adoptando y extendiendo, tomando en cuenta consideraciones de seguridad y privacidad importantes, se podrían crear entornos inteligentes del tamaño de vecindarios o hasta ciudades inteligentes.

Referencias

Publicado por Mauricio Angulo S.

Mauricio es diseñador de experiencia de usuario desde el año 2004. Es front-end developer, sprintmaster y entusiasta de AI. Es mentor en el programa Google for Startups y parte de la iniciativa de Microsoft Regional Director como mentor para corporativos y startups en diseño de experiencia de usuario, usabilidad y desarrollo de software. Es co-fundador de UX Nights. También es escritor, ponente internacional y profesor.